Esta semana vamos a practicar otros dos ejercicios de respiración.
El primer ejercicio es de Respiración clavicular
Nos ponemos en posición Savasana en el suelo con esterilla o en la cama.
Ahora nuestra atención la pondremos en la parte superior de los pulmones y en las clavículas, colocamos una mano en el pecho y la otra en el abdomen, inspiramos por la nariz pausadamente y profundamente, retenemos contando hasta tres y soltamos pausadamente por la nariz. Debemos notar como se mueven nuestras clavículas y la parte superior del tórax y se quedan quieto el abdomen y el pecho.
Presta atención y observa como con este tipo de respiración recibimos menos oxigeno, por lo tanto es una respiración pobre. Esta es la respiración que solemos tener ante momentos de ansiedad o preocupación excesiva.
Música suave
En este segundo ejercicio vamos a practicar la Respiración completa o yoguica
Seguimos en posición Savasana, también podemos hacerlo sentad@s en una silla, y trabajamos la Respiración completa que es la unión de los tres tipos de respiración que hemos practicado entre la semana pasada y esta: Respiración abdominal o diafragmática, Respiración costal o torácica y Respiración clavicular.
Inspiramos suavemente y profundamente por la nariz, sin forzar, sentimos como nuestro abdomen, nuestro tórax y clavículas se llenan de aíre, retenemos el aíre al igual que en los otros ejercicios contando hasta tres y espiramos lenta y suavemente, sintiendo como el aire va saliendo y vaciando nuestro abdomen, tórax y clavículas. Pero siempre sin forzar.
Si sentimos mareo o vértigo, nos ponemos de lado y nos quedamos descansando y dejamos el ejercicio, si nos hemos hiperventilado, nos pondremos una bolsa de plástico entre nariz y la boca para ayudarnos. Lo que conseguimos al poner la bolsa es aumentarnos la cantidad de CO2 inspirado. Ya que cada vez que respiramos (inspiramos y espiramos) la cantidad de O2 de la bolsa disminuye porque lo capta y la de CO2 aumenta porque lo libera en ésta. Aumentando así los niveles de CO2 en sangre y corrigiendo la alcalosis.
Una bolsa pequeña será difícil de colocar pero aumentará rápidamente los niveles de CO2 en sangre, mientras que una bolsa grande será más fácil de colocar y tardará algo más en aumentar los niveles de CO2. Hay que tener cuidado también de no estar mucho tiempo seguido respirando de la bolsa, retirándola a intervalos de tiempo breves, para que volvamos a respirar aire fresco. Mantendremos este procedimiento hasta que el ataque desaparezca.
Es bueno que este ejercicio lo efectuemos durante unos treinta minutos y un par de veces al día, porque los beneficios que nos aporta son muy buenos para nuestro cuerpo:
-mejora el funcionamiento de todos nuestros órganos internos
-mejora el estrés y la depresión
-disminuye el cansancio y la fatiga
-aumenta la capacidad pulmonar
-un ejercicio muy útil para asmáticos
-mejora las digestiones
-suaviza el ritmo cardiaco
-relaja y armoniza cuerpo y mente
-fluye mejor la sangre
-Su practica continuada masajea todo el cuerpo.
Unos minutos de silencio y ahora compartimos nuestra experiencia.