DIOS PRIMERO
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta.
Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?»
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.»
Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta cara y esta inscripción?»
Le respondieron: «Del César.»
Entonces les replicó: «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»
Palabra del Señor
Hace un par de semanas que comenzamos este curso pastoral a pesar de la incertidumbre que vivimos en estos momentos, pero nuestra fe en Jesús nos llama a ser presencia viva en la familia, en la sociedad y en el mundo.
El Evangelio de hoy nos llama a ser libres como lo fue Jesús, por lo tanto, si nosotros nos plantemos la pregunta que le hacen los fariseos a Jesús ¿qué contestación daríamos?
Ser buen ciudadano y servir a Dios no es vivir en contradicción, porque Dios trabaja en la humanidad buscando la paz y el amor, pero hay que huir de la falsedad y tener las ideas muy claras.
Decía San Juan Bosco a los jóvenes “Sed buenos cristianos y honrados ciudadanos” o Santo Tomás Moro “Muero como buen sirviente del Rey, pero Dios primero”
Por lo tanto, la elección está clara ante la duda: Dios primero, porque en Él encontraremos las fuerzas para trabajar por un mundo más justo y equitativo.
Buena semana a todos
Locus serenitatis 
Demasiados denarios en circulación. Abrazos
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Ya se extrañaba la palabra, qué bueno que esté de vuelta, un abrazo y gracias por ella
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Gracias, espero ponerme las pilas, mi marido ha empeorado del Parkinson y tengo que dedicarle más tiempo. Abrazo
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Una enfermedad muy demandante y cansada para ambas partes, cuando las ocupaciones te lo permitan será bien recibida tu entrada. Un abrazo grande y mucha fé, fuerza y serenidad
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