Un abuelo caminaba con su nieto por el campo. El nieto un niño inquieto y travieso, se para, mira a su abuelo y le dice: «abuelo, cuando el cuerpo muere ¿qué sucede?
El abuelo, le contesta: «El cuerpo muere, pero el Ser no muere nunca, Él es el Ser de todo el universo, es la esencia sutil de todo el mundo».
EL niño no comprendió a su abuelo y con pena le dijo: ¿podrías explicármelo mejor?
EL abuelo cogió un fruto que colgaba de un árbol.
Toma, quítale la cáscara, ¿Qué hay en el interior?
Muchos granitos pequeños.
Abre uno, ¿qué ves?
Nada abuelo, nada.
Pues, esa es la esencia sutil. Tú no la ves, pero ahí está es el Ser. Es la que mantiene vivo al árbol, a ti, a mí y a todo lo que nos rodea.
EL niño agarro con cariño la mano de su abuelo y le dijo agáchate abuelo, éste así lo hizo y su nieto depositó un beso en su mejilla.
Contentos y unidos de la mano, disfrutando del silencio, se perdieron en el horizonte.