DÉJATE ENCONTRAR PARA VIVIR
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “El momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida». Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra de Dios

“No hay mal que cien años dure”, seguramente pensó Jesús ante la invasión romana. Nada es eterno, pero todo deja su huella en la historia, para bien o para mal. El templo será destruido, la guerra será lo cotidiano durante mucho tiempo y morirán personas inocentes.
Pero el amor es más fuerte que la muerte, más fuerte que los imperios y tesoros del mundo, porque salvo el amor lo demás es efímero.
Vivimos tiempos grises, oímos voces intransigentes, excluyentes que rechazan a los que no piensan igual, xenofobia, agresividad y parece no importarnos que el mar sea el cementerio para muchos hermanos que buscan nuevas oportunidades. No nos engañemos, no hagamos casos a palabras necias, ni a nadie que prometa salvarnos, porque la salvación sólo viene de Dios que es amor infinito.
Seamos conscientes de que nosotros somos los únicos capaces de abrir nuevos horizontes, nuevas esperanzas, nueva luz en la oscuridad, si practicamos la justicia, la paz y somos capaces de hacer ver que el mundo debe moverse por el amor y Dios es parte de ese amor.
Buena semana a todos
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