NO ESTÁ AQUÍ ¡VIVE! SOMOS TESTIGOS
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros».
Palabra del Señor

Nuestra sociedad que cada vez está más marcada por la deshumanización, por la falta de amor y de empatía con los demás.
Tendríamos que volver a fomentar el valor del amor, un don gratuito y generoso que todos tenemos gracias a que Dios lo puso en nuestro corazón.
Toda actividad que nos haga relacionarnos con los demás debe estar impregnada de amor, pero ese amor también debemos cultivarlo para nosotros mismos. Deberíamos tomar conciencia que todos hemos sido creados por amor y ese amor debe ser nuestra expresión humana y cristiana.
Sólo amándonos y amando a los demás podemos cumplir la máxima de Jesús: «Amaos unos a otros, como yo os he amado», esa es la única forma de crecer en humanidad y en hermandad.
Feliz semana