En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del Hombre pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del Hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre». Palabra del Señor
Volvemos los cristianos católicos a iniciar de nuevo el Año Litúrgico que comienza siempre después de la fiesta de Cristo Rey.
Este año comenzamos con el ciclo A, en el que leeremos preferentemente el evangelio de San Mateo.
Si, observamos las lecturas de las últimas semanas y la de este domingo primero de Adviento, todas nos hablan del fin del mundo. Aún hoy, hay cristianos que esperan está venida inminente y llegan incluso a ponerle fecha. Pero la venida de los últimos tiempos no tiene fecha y por lo tanto no debemos preocuparnos tanto por cuándo será.
La fe en Jesús debe darnos confianza en el futuro y no miedo, nos llama eso sí, a que estemos preparados porque cuando llegue el día, nuestras alforjas deben estar llenas de justicia, de paz, de caridad y sobre todo de amor. Poner una fecha es merma nuestra fe, porque la fe en Cristo Jesús siempre es presente y éste implica cambios en nuestra actitud de vida.
La vida es un regalo de Dios para cada uno de nosotros, por lo tanto no la echemos a perder vivamos con amor para que todas aquellas personas que se crucen en nuestra vida, se sientan felices y acogidas. Eso es seguir a Cristo, lo demás son otras cosas que nos alejan de la verdadera fe en Jesús el Hijo de Dios.
Cómo cada año encenderemos la primera vela de la Corona que nos llama a estar «alertas», para cambiar nuestras actitudes negativas, porque como cristianos nunca debemos ser agoreros, sino alegres y activos.
¡¡Feliz semana de Adviento!!
Muchas gracias por la meditación del evangelio que nos dice que debemos estar preparados con nuestra lámpara encendida y no debemos esperar el último momento de nustra vida , saludos.0
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Gracias por su comentario. Bendecido día
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