En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien: “El momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida». Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Palabra del Señor
En el evangelio esta semana se nos anima a buscar la luz y la fuerza que emanan de Jesús. Con ellas seremos capaces de avanzar en el camino, aunque este no será fácil para sus seguidores.
En esta época igual que en tiempos de Jesús se alzan voces que prometen una vida mejor, nuevos caminos, nuevos maestros, pero no seamos ingenuos el mensaje del evangelio es claro «no debemos seguir a quién nos aleja de Jesús, pilar de nuestra fe»
La vida no está exenta en ninguna época de problemas, pero Dios no pide nada que no podamos hacer, aunque creamos que nos faltan las energías. El espíritu de Dios siempre nos acompaña.
En la televisión y en la prensa casi todas las noticias, por no decir todas son malas: guerra, violaciones, robos, falta de ética en gran parte de la humanidad y en estos momentos nuestra fe se pone en duda, nuestro testimonio decae, sin embargo es el momento de todo lo contrario, es momento de esperanza, de testimonio, de luchar por la justicia, la paz y el amor, ser piedras vivas para que aunque los templos materiales se derrumben, los templos vivos que somos cada uno de nosotros sigamos adelante dando un verdadero testimonio de fe y valentía a pesar de las dificultades.
Buena semana y seamos piedras vivas donde quiera que nos encontremos.
Este evangelio es amplio hay muchas interpretaciones del evangelio de la primera parte no slamente nos preocupemos del manteniiento físico de las iglesias sino nuestro mantenimiento interior de cada persona.
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Por supuesto , el mantenimiento de nuestro templo interior es importante, sólo se irá el día que nuestra vida termine, pero, por desgracia ponemos más énfasis en el templo de piedra que en cualquier momento se puede derrumbar. Un cordial saludo
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