Es una técnica que enseña a controlar y eliminar el estrés. Nos permite observar y medir los progresos del entrenamiento de nuestro corazón en tiempo real.
Estudios médicos han demostrado que las emociones se reflejan en los latidos cardíacos alterando o relajando el ritmo según estemos estresados o relajados.
En los momentos más estresados nuestro cuerpo no está en sintonía por culpa de las emociones negativas y esto provoca un desorden en el ritmo cardíaco y también en nuestro sistema nervioso. Si las emociones son positivas, estamos en armonía porque nuestro corazón y sistema nervioso están en sintonía y todo nuestro cuerpo nota la paz y el equilibrio, esto es lo que se llama coherencia cardíaca.
Cuando corazón y mente están equilibrados, trabajan en unión y esto hace que nuestra comunicación sea más efectiva y cercana a nivel personal y también con los demás.
El corazón posee un sistema nervioso independiente, transmite al cerebro más información de la que recibe, es el único órgano de nuestro cuerpo con esa propiedad y que puede activar o desactivar determinadas partes del cerebro.
Nuestro corazón es el que más nos acerca a la realidad cotidiana, también nos asegura a través de la hormona ANF (el péptido natriurético auricular) el equilibrio del cuerpo (homeostasis). Inhibe la producción de estrés y libera la hormona oxitocina, la hormona del amor.
El campo energético del corazón es 5.000 veces más intenso que el cerebro.
A través de los latidos cardíacos el corazón envía mensajes al cerebro y al resto de nuestro cuerpo.
Cuando sentimos emociones negativas como miedo, ira, desconfianza y odio el ritmo cardíaco se altera y produce ondas incoherentes, cuando las emociones son positivas, agradecidas, amables, generosas sus ondas se vuelven coherentes y equilibradas.
Un corazón en equilibrio transmite una energía electromagnética que beneficia a la persona en sí, a los demás y al universo sólo con su presencia.
Deberíamos vivir más con el corazón, dejarnos llevar por él, abrirnos más a los demás, practicar el arte de la paciencia, la tolerancia, la aceptación y el amor.
Para encontrar la coherencia del corazón deberíamos practicar el silencio, la meditación, el yoga, trabajar grupalmente, practicar deporte que nos hagan conectar con nosotros y soltar la ansiedad o agobios, también vivir con sencillez y humildad.