Escucha el silencio, deja que hable en tu interior.
Decídete a acabar con tu peor enemigo.
Deja de creer que salvas vidas.
Deja de pensar que nada que tus hijos no serán nada sin tí.
Deja de sacrificar tu única existencia por todos.
Cuando ya no estés alguien te reemplazá, porque todos somos reemplazables.
No eres importante para la vida de los demás como crees.
Dios sólo te hizo responsable de una sola persona, esa que siempre tienes al final de la lista, la que más ignoras, la que menos complaces, y esa persona eres Tú.
Suelta las cargas, los prejuicios, las máscaras y a partir de ahora «Sé tú misma desde tu alma y todo tu ser»
P.D. Me lo envía una amiga, no sé si tendrá autor/a