Cuando camino por la vida me cruzo con la ira, ella quiere darme la mano, pero yo siempre le digo: “no puedo ir contigo, yo sólo voy caminando”,
otras veces me encuentro con la duda que quiere enredarme en sus titubeos para que no tenga clara mis ídeas, pero yo le digo: “Perdóname, pero no, yo sólo voy caminando”,
en otra ocasión me cruce con la intolerancia quien quiso darme un abrazo, pero me negué y le dije: “lo siento, yo sólo voy caminando”,
hay momentos que me encuentro con el sufrimiento y éste quiere entrar en mi vida, pero yo le digo: “en mi vida no tienes cabida, yo sólo voy caminando”,
en alguna esquina me sale al encuentro el temor que quiere llenarme con sus preocupaciones, pero con rapidez le digo: “lo siento, yo sólo voy caminando”-
Voy caminando porque cada minuto de mi vida es un tesoro que se va, y yo sólo quiero vivir cada uno de ellos con total libertad y consciencia.