Para comenzar el ejercicio podemos sentarnos en el suelo con las piernas cruzadas, si lo deseas con la espalda apoyada a la pared, también, en una silla que sea cómoda, de rodillas o podemos hacerlo en posición Shavasana o posición del cadáver.
¿Hemos elegido la postura? Bien, cerramos los ojos sin forzarlos, nos centramos en el tercer ojo (está en el centro del entrecejo, un poco más arriba), después de unos minutos concentrados, prestamos atención a la respiración.
Cada ejercicio no debe pasar de tres minutos.
Ahora tapamos la fosa nasal derecha con el pulgar derecho y formamos una antena con los dedos de la misma mano. Hacemos una inhalación larga y profunda por la fosa nasal izquierda. Paramos unos segundos y exhalamos.
Ahora tapamos la fosa nasal izquierda con el pulgar izquierdo y formamos una antena con los dedos de la misma mano. Hacemos una inhalación larga y profunda por la fosa nasal izquierda. Paramos unos segundos y exhalamos.
Ahora usamos el dedo pulgar y el dedo meñique y vamos cerrando de forma alternativa las fosas nasales. Inspirando por la derecha y espirando por la izquierda y viceversa.
Muy importante: Nunca debemos dejar de lado nuestra medicación sin consultar con el médico.