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Ciprés: su madera ha sido sagrada desde la Antigüedad, ya que con ella se construyó el arca de Noé y parte del templo de Salomón. Era adorado en el reino de Saba. En Grecia, se convirtió en el árbol de la muerte, consagrado a Saturno y más tarde a Plutón. La náyade Thyia, madre de los cipreses, dio nombre a la tuya. Las puertas de los templos griegos y romanos se hacían de ciprés, como están hechas las de San Pedro en el Vaticano. En el zoroastrismo estaba consagrado a Ormuz. El ciprés de Kashmar es un árbol mítico de legendaria belleza y gigantescas dimensiones mencionado en elShahnameh o Libro de los reyes persas.