En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?» Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así lo que Dios quiere.» Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: «Este es mi hijo, el amado, mi predilecto.» Palabra del Señor
El Bautismo de Jesús en el rio Jordán es la señal del cambio. Jesús se siente hijo de Dios, se sabe amado por Él y esto da un vuelco radical a su vida. Jesús comienza a anunciar la Palabra de Dios.
Tambien la Iglesia hoy necesita sentir ese cambio radical. Necesita dar a conocer la vida nueva ofrecida por Jesús. Nos hemos vuelto comodones, con una fe que no crece, que no alimentamos, y así no podemos transmitir con coherencia el Evangelio. Nuestros actos estan vacíoes de amor porque lo hacemos por tradición, costrumbre, pero no por una verdadera motiviación de amor y fe. La Teofonía (manifestación de Dios) hace que se rompa el silencio entre Dios y el hombre, pero para ello debemos prestar atención, escuchar, meditar y llevar a la práctica en nuestra vida diaria.
El Bautismo nos abre las puertas para el encuentro con Dios. También la Iglesia debe abrir sus puertas para que entre aíre fresco y anime a trabajar por un mundo más fraternal, más solidario, para rechazar la opresión, el deseo de poder, y, sobre todo no condenar. Una iglesia donde el perdón, el amor, la paz y la acogida sean sus signos de identidad.
Renovemos mentalmente nuestro Bautismo con las Palabras de Dios: «Este es mi hijo amado». Después tomemos conciencia: «verdaderamente me siento amado por Dios»… Si realmente nos sentimos amados, nuestra vida, nuestra comunidad, nuestra Iglesia debe ser camino de ilusión y esperanza para todos los Hijos de Dios, sin diferencias de credos, razas y clases sociales.
¡¡¡Feliz semana y regalemos alegría y esperanza!!!