Un hombre estaba muy enfermo en el hospital rodeado de su familia. Desde su habitación se veían las vías del tren. Un familiar comentó «mirad se ve el Ave, estará pasando por aquí en unos segundos»
Al momento de este comentario el enfermo dijo «mirad una gaviota» a lo que todos se asomaron para ver la gaviota pero no había rastro de ella.
El enfermo movía la cabeza como esperando una respuesta. Sus familiares respondieron «no vemos ninguna gaviota» el dijo «donde ustedes ven el ave, yo veo la gaviota».
Todos rieron, porque él siempre sacaba chiste a todo. Al anochecer falleció.
La vida muchas veces nos niega el cariño de una madre, de un hermano, de una hija… pero al final siempre pone las cosas en su sitio.
Esta entrada está dedicada a mi amiga Rosa A.M. que se reencontró con su madre y su hermano y aunque por poco tiempo compartieron el perdón y sobre todo el amor.