En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: «Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar.»¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil?Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»
El evangelio de hoy domingo nos da las pistas para seguir a Jesús. Es un texto duro, dirigido a todas las personas que quieran seguir a Jesús.
Las pistas nos dicen que no podemos hacerlo a nuestro aire, ni de cualquier modo, sino que quien decida seguirlo tendrá que cambiar su vida de forma radical. En el camino habrá dudas, caídas, pero, también encuentro personal, fortaleza y muchísimo amor.
Lo primero es dejar a nuestra propia familia, dejarla para poder seguirlo con total libertad, sin ataduras, seguramente cuando la familia nos necesite podremos ir y estar con ellos, tenemos el ejemplo en el apóstol Pedro, va a su casa cuando su suegra enferma. Pero no podemos poner la familia por encima del seguimiento a Jesús.
EL segundo mandato es coger la cruz, la de cada uno. Debemos aprender a solventar nuestros problemas, nuestras desgracias y enfermedades, sino ¿cómo podremos ayudar a construir un reino de paz, justicia y amor? En este mundo enfermo y doliente.
Por último renunciar a lo material, porque no podemos poner nuestras esperanzas en el tener o poseer, sino en el compartir lo y en la generosidad.
Para seguirlo, tenemos que renunciar a todo lo que nos aleja de la humanidad, del amor. Que no haya interferencia entre Él que es la luz y nosotros. Pero no nos olvidemos que Dios es misericordioso y nunca nos pedirá nada más allá de nuestras fuerzas.
¿Es duro? Cada un@ de nosotros debe plantearse si queremos ser discípul@s autentic@s o discípul@s vaci@s de amor incapaces de testimoniar con nuestra forma de vivir y actuar el evangelio.
Muy buena reflexión,los ojos puestos solo en Jesús
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Tendré que reflexionarlo un poco, porqué dejar a mi familia en un segundo plano… De todas formas seguiré colaborando con la parroquia. Hasta luego
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NO CREES QUE SI DIOS BAJARA Y TE DIRIA SIGUEME Y DEJA TODO LO QUE TIENES ¿QUE HARIAS ?
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Pues haría lo que llevo años haciendo ,compartir mi tiempo con la labor de mi parroquia y con mi familia. Dios llama, pero no obliga a seguirlo. A nadie le pide más de lo que puede dar. Dedico mucho tiempo a vivir mi fe, pero jamás descuido mi familia, Dios es el centro de mi vida desde que era joven. Debo decir que en mi familia respetamos nuestras elecciones y nos apoyamos aunque no compartamos los mismos ideales Un cordial saludo
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Esta,reflexión es muy buena, es necesario cambiar de vida de forma radical, nada a medias tintas,Dios nos da la capacidad suficiente para cumplir su mandato,porque nunca nos pedirá nada más allá de nuestras fuerzas.
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gracias por tu comentario Corina. Un saludo
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Que buena reflexión. Suenan duras las palabras pero cuando le damos toda nuestra atención a Cristo, nos da la capacidad de atender a nuestra familia, es decir todo el prójimo.CON LA MIRADA EN CRISTO.
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Gracias por visitar mi blog. Un cordial saludo
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El evangelio es duro, nos pide un cambio en nuestra forma de vivir y actuar. Gracias por visitar mi blog, Un cordial saludo.
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Hermosa reflexión; sé que en la familia es donde primero puedo poner en práctica el seguimiento de la palabra de Dios, el seguimiento de Jesús.
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Nuestra misión es dar a conocer su Palabra y donde mejor que empezar por nuestra familia.
Un cordial saludo
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bastante buena la reflexion… creo que el seguimiento de Jesús es radical, así como debe ser nuestra respuesta. A veces creemos que se debe dejar TODO para seguirlo, pero es todo lo contrario; en la medida que nuestra atencion esté con los nuestros en esa misma medida seré capaz de darme a los demás. Jesús no me pide que deje a mi famiia, sino que la ponga en el centro de mi vida, a su lado, y de esa manera estaré siendo cada vez mas humana y el amor será el estandarte de mi vida… eso vale para el REINO
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Si eso es, Jesús sólo quiere estar en el centro de nuestra vida, pero tampoco nos lo impone. El problema es que ponemos todo antes que a Él.
Un cordial saludo
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Gracias por la tanta linda reflexión, seguir a Cristo es de valientes, seguirlo es cargar su cruz cuando se hace poniendo todo nuestro corazón todo es fácil la recompensa es la felicidad.
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Gracias por su comentario. Un cordial saludo
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Gloria a ti Señor Jesús
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Gracias por visitar mi blog. Buen sábado
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Seguir a Jesucristo no es fácil, pero nunca nos faltará su ayuda.
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