Buscad como siempre una postura cómoda, los pies bien apoyados en el suelo, ahora cerrad los ojos y empezad a respirar tomando conciencia de ello.
Ahora quiero que estéis en silencio durante diez minutos, debe un silencio absoluto, no escuchéis nada. Sólo el silencio.
Abrid los ojos y contad que habéis experimentado en estos minutos de silencio.
Comenta si te ha costado mucho, ¿Qué has sentido? ¿Qué has pensado?
No estamos acostumbradas al silencio, no sabemos aquietar nuestra mente. Nos vamos por todos lados antes que hacer silencio.
Vamos a repetir el ejercicio.
Ahora quiero que estéis en silencio durante diez minutos, debe un silencio absoluto, pero hazte conciente de cómo tu mente se resiste.
Volvemos a comentar nuestra vivencia de estos minutos.
Vamos a repetir el ejercicio.
Ahora quiero que estéis en silencio durante diez minutos, debe un silencio absoluto.
Ahora cuenta si te ha costado mucho trabajo, dinos si te ha revelado algo que antes no había percibido.
Este ejercicio nos ayudará a encontrar nuestra transformación poco a poco. Porque el silencio es el mejor camino para conocernos y dejar aflorar al ser que habita e nosotros.