No estamos acostumbradas al “Silencio” sobre todo al silencio interior, sin embargo, cuando hacemos silencio, se despierta nuestra conciencia y quedamos libres de todo prejuicio, de toda programación mental. Cuando despertamos nuestra conciencia empieza a florecer nuestra felicidad interior, recobramos la facultad de poder ver, oír, gustar, de disfrutar de la vida.
La paz se apoderará de nosotros, nuestro corazón se abrirá al amor sin esperar nada y nuestro trabajo estará libre de ataduras.
Vivir el silencio es enriquecer nuestra vida. El silencio es la gran revelación
(Lao-Tse.)