1-Hemos perdido la motivación para pensar, tener silencio y encontrarnos con nosotros mismos.
2-Nos da miedo el contacto con el otro, no sabemos tocarnos, querernos, tener y cuidar las amistades.
3-Vivimos una cultura de poseer sin pensar las consecuencias, vivimos para aparentar, nos dejamos inundar por la basura.
4-No nos importa más que tener satisfecho nuestro ego y este nunca tiene bastante.
5-Los ideales, las metas, el trabajo honrado, el esfuerzo, el compromiso, la entrega, la generosidad, el altruismo, el amor, son valores que hoy no parecen tener cabida en nuestras vidas. Preferimos los contravalores imperantes.
6-Nuestro Dios, nuestro guía, es don dinero y si lo conseguimos sin grandes esfuerzos, mejor que mejor.
7-Hemos perdido la facultad de educar desde el amor y los valores. Valores positivos que nos hagan crecer como personas adultas, responsables, acogedoras, cercanas y sobre todo que pongamos la semilla del amor en todo lo que hagamos en el día a día.