Nos sentamos y recogemos en nuestro interior, después de unos momentos de interiorización lentamente leemos y vamos repitiendo, dejando que cale en lo más hondo.
Querido Señor, tu presencia me llena de alegría.
Mi mayor deseo es orientar sólo a tu mayor gloria todos mis esfuerzos durante este tiempo de oración y durante todo este día
Padre, quiero que tú seas el centro de mi ser
Acreciéntame este deseo para que pueda estar junto a ti, mi Creador y Maestro,
en todo tiempo y en todo lugar.
Acreciéntame este deseo para que pueda estar junto a ti, mi Creador y Maestro,
en todo tiempo y en todo lugar.
Quiero alabarte y honrarte todos los días de mi vida Quiero alabarte y honrarte todos los días de mi vida.
Aumenta mi espíritu de generosidad
Dame un corazón lo bastante generoso como para
ofrecerte toda mi libertad y cuanto poseo,
de manera que tú puedas disponer de mí a tu agrado,
y me concedas hacer tu santa voluntad en todo,
dentro de un espíritu de amoroso servicio.
Dejamos unos minutos de silencio y después volvemos a nuestra actividad normal, sin perder la quietud .