Mirad en vuestro interior unos segundos y caed en la cuenta de que hábitos que no sean saludables tenéis.
Si lo creéis conveniente decidlo en voz alta.
Todas las personas tenemos algunos hábitos que nos gustaría cambiar, comer más de la cuenta, beber, fumar, dormir poco, mordernos las uñas, no hacer ejercicio, no planificar las cosas, malos hábitos posturales, etc.. Si caemos en la cuenta los malos hábitos absorben parte de nuestra energía porque hacen que no nos encontremos totalmente equilibrados.
Cuando tenemos hábitos saludables aumentan nuestras energías y nos encontramos más felices y pletóric@s.
No es fácil cambiar hábitos negativos por hábitos positivos, pero realmente merece la pena.
Quizás penséis que no tenéis fuerzas para ello, pero pensad muchas personas lo consiguen ¿Por qué no vosotr@s? Lo único necesario es paciencia y perseverancia, quizás no se consiga a la primera, pero seguro que al final el éxito está asegurado, también necesitamos una buena dosis de ánimo y confianza.
Para cambiar necesitamos coraje, corazón, ganas, esfuerzo y sobre todo ser conscientes de que deseamos cambiar, porque sabemos que al cambiar mejoraremos nuestra forma de vivir y actuar.
También es bueno ponerse metas asequibles, el camino se hace pasito a pasito.
No digáis nunca así he nacido, así me moriré, todos podemos cambiar, podemos mejorar, la cuestión es querer y estar dispuest@s a hacer el esfuerzo que el cambio requiere.
Os propongo que os observéis esta semana, anotad todo lo que veáis que es un hábito negativo o poco saludable, después elige uno o dos para empezar a cambiarlo, no quieras cambiar todos de golpe.
Podéis buscar la ayuda de algún familiar o amigo para que os anime en los momentos de desánimo, el apoyo te ayudará en esta decisión tan importante.
Espero que poco a poco puedas mejorar todo aquello que te hace daño. Recuerda metas pequeñas.