Vamos a empezar como siempre buscando serenar nuestro cuerpo y mente. Déjate inundar por la paz que irás percibiendo, no tengas miedo ante esta actitud pasiva de todo tu cuerpo, acéptala sin miedo.
No juzgues, tú sólo acéptalas.
Cierras tus ojos y empiezas a inspirar, siente como se llenan tus pulmones, mantienes unos segundos el aire y espiras suavemente, siempre por la nariz.
En cada espiración vas soltando, empieza por tus hombros.
Te dejo unos minutos para que tú sol@ vayas repitiendo el ritmo de la respiración y vayas dejando tu cuerpo y mente en reposo.
Tú respiración ha debido bajar hasta el abdomen y extender toda la quietud por tu cuerpo. Mientras has ido serenando tu cuerpo, has ido soltando inquietudes, problemas, agobios, sufrimiento, dolor,…
Suelta, suelta, no dejes nada que te perturbe.
Ahora te sientes en calma, pero consciente de que tú estas despiert@.
Imagínate delante de una pantalla de cine, sitúate frente a ella, se apagan las luces y se ilumina la pantalla, poco a poco en la pantalla apareces tú, tú imagen, cada vez te vez más nítida, ¿Cómo vas vestid@? ¿Colores oscuros o claros?, ¿Cómo estás alegre, triste?
¿Estas sentad@ o de pie? ¿Sol@ o acompañad@?
Céntrate más en la imagen, imagínate triste, vestida de oscuro, hablando siempre de enfermedad, sufrimiento, dolor, ¿siempre estas dando vueltas a lo mismo?
Mira a tu alrededor ¿hay muchas personas? ¿Cómo actúan? ¿Y Tú? ¿Qué sientes? Deja aflorar tus emociones, no las reprimas.
Música sólo (5 minutos)
Ahora visualízate en la pantalla aceptando el sufrimiento en su medida justa, positiv@, con ropas alegres.
Hablando de cosas diversas, dando la importancia que cada cosa requiere, observa como en determinados momentos te ríes, la alegría de tu ser no está oscilando, sino en equilibrio.
¿Hay personas a tu alrededor? ¿Cómo actúan? ¿Qué sientes tú en estos momentos? Deja que tus emociones salgan, exteriorízalas, no las reprimas.
Música (5 minutos)
Poco a poco se apaga la pantalla, se encienden las luces y vuelves de nuevo a tu respiración, pero no te olvides en ningún momento la segunda parte de la película, porque has empezado a cambiar pequeños detalles de tu vida que te dañan, sigue así en lo cotidiano, tomando conciencia de todo lo que debes cambiar para dejar de sufrir por sufrir.
Cuando lo desees mueve tus manos, tus pies, y sin prisas abre tus ojos.
Comments
Joan Josep – 16/11/2008 10:27:37
Buen ejercicio de relajación. Además con una música que adoro desde pequeño: Joan Josep