Un emperador dijo a un rabino: Me gustaría ver a vuestro Dios,
Eso es imposible, dijo el rabino,
Entonces ¿Cómo puedo confiar en alguien a quien no veo?
Enséñame el bolsillo donde guardas el amor de tu mujer y déjame pesarlo, veremos cuan grande es.
Por favor rabino cree que soy tonto, nadie puede guardar el amor en un bolsillo.
Tampoco podemos ver directamente el sol que Dios colocó en el universo y no dudamos de él.
Igual pasa con el amor, no lo vemos, pero somos capaces de enamorarnos y compartir nuestras vidas.
Cómo ve hay cosas que no podemos afirmar que existen y sin embargo confiamos en ellas.