Un día el maestro preguntó a sus alumnos, lo siguiente:
-¿Por qué las personas se gritan cuando están enojadas?
Los alumnos pensaron unos momentos…
-Porque pierden la calma. –dijo uno- Por eso gritan.
-¿Pero… por qué gritar cuando la otra persona esta a tu lado?, preguntó el maestro. ¿No es posible hablarle en voz baja?
Los alumnos dieron algunas respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.
Finalmente explicó: “Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho, para cubrir esa distancia deben gritar para poder escucharse, mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de la distancia.
Luego el maestro preguntó: ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Los alumnos respondieron: –Ellos no se gritan sino que hablan suavemente, ¿por qué? Preguntó el maestro.
Los alumnos no respondieron.
El maestro explico:
Porque sus corazones están muy cerca, la distancia entre ellos es muy pequeña, el maestro continuó.
Cuando se enamoran más aún… ¿qué sucede?
No hablan, sólo se susurran y se vuelven aún más cerca en su amor.
Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo.