Ayunar significa estar sin tomar alimentos sólidos durante un tiempo determinado. Puede realizarse por diversos motivos, pero los principales son: religiosos, como técnica curativa básica en la medicina naturista ó como manifestación pacífica. En este último caso suele llamárselo huelga de hambre. Los neurópatas son muy partidarios del ayuno, pero no es aconsejable hacerlo sin supervisión médica.
El ayuno es el método terapéutico mas antiguo que conoce el ser humano. Hace que el cuerpo se limpie y sane. El tiempo y la duración del ayuno dependerá de la edad de la persona que desee llevarlo a efecto.
Para que el ayuno pueda llevarse a la práctica, resulte productivo y, al mismo tiempo, no suponga un suplicio para las personas que lo practiquen tendrán que tenerse en cuenta una serie de consideraciones:
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Ir acostumbrando al organismo a un cambio en la dieta: Es muy difícil que las personas acostumbradas a una dieta «tradicional» puedan realizar dietas de ayuno convenientemente. Para ellas, dejar de comer supone un martirio tan fuerte que normalmente abandonan al cabo de poco o se reincorporan a la dieta normal con una avidez aún mayor hacia la comida de todo tipo, lo que no aporta ningún beneficio al organismo. La persona que quiera practicar el ayuno total con cierta frecuencia deber acostumbrar al organismo a cambiar de hábitos alimentarios. Entre estos deberemos mencionar los siguientes:
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No empezar el ayuno de una manera brusca: Un ayuno total en personas no acostumbradas esta destinado al fracaso. Es muy conveniente comenzar con ayunos parciales. Por ejemplo dejar de comer la cena un día a la semana. Una vez se ha llevado a cabo dos o tres semanas, se puede intentar dejar de comer también la comida del mediodía y la cena del día señalado. Finalmente, al cabo de unas semanas, seremos capaces de no comer nada durante todo el día sin que esto suponga un esfuerzo muy grande.
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Ir disminuyendo la cantidad de comida en las cenas: Un estómago muy acostumbrado a comer por la noche es muy exigente cuando se realiza un ayuno, especialmente durante la noche. Muchas personas se ponen nerviosas, les cuesta conciliar el sueño y, finalmente, terminan por comer algo. Si una persona se acostumbra a comer poco por la noche, el comienzo de una dieta de ayuno no le resultara tan dura.
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Ir sustituyendo los alimentos no adecuados por otros más convenientes: Los alimentos naturales deben ir reemplazando a los alimentos de origen animal, sobre todo los muy grasientos. Los alimentos crudos irán substituyendo a los cocidos. Se intentará prescindir de dulces, galletas o alimentos con alto contenido en conservantes y colorantes. Todo ello conlleva a que el organismo pueda alimentarse adecuadamente con menos cantidad de comida y que la ingestión de toxinas sea cada vez menor.
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Reconocer que el hambre es un síntoma positivo: La sensación de hambre es la que imposibilita a muchas personas a practicar el ayuno. Sin embargo, estas personas deben tener en cuenta que esta sensación es positiva ya que indica que el organismo se esta depurando. Aprender a sucumbir a esta sensación es la primera condición para poder ayunar.
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Comenzar el ayuno en el momento y hora mas adecuado a cada persona: Cada persona debe empezar el ayuno cuando se considere que esté en el momento más adecuado. Debe estar convencido de lo que pretende hacer y no dejarse influir por la opinión de las personas que le rodean que, en la mayoría de los casos, no suelen ser comprensivos con su comportamiento.
Por otra parte, es importante dejar de comer en aquellos momentos del día que considere que le será más fácil hacerlo y en aquellas ocasiones o estaciones del año en que se sienta mejor anímicamente. No resulta tan adecuado en otoño o invierno como en primavera o verano.
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Buscar algún tipo de actividad placentera: Para ayudar a superar el periodo de ayuno es conveniente que la persona adopte algún tipo de actividad agradable que le ayude a » olvidar» la sensación de hambre y molestias que se produce durante la llamada «crisis depurativa» (Se denomina crisis depurativa a los trastornos que se producen durante los primeros días de ayuno mientras el organismo esta eliminando toxinas. ( dolor en el cuerpo, posible aparición de fiebre, molestias generales, etc.. La práctica de algún deporte ligero, la lectura, el cine, los paseos, la música, pueden ser actividades adecuadas para distraer la mente y no pensar en el hambre.
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Preparar la mente: Tener la preparación psicológica adecuada es la condición más importante para conseguir unos buenos resultados.
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Beber abundantes líquidos: Durante el ayuno es importante beber mucha agua. Como mínimo deberían beberse un par de litros diarios. El agua en abundancia ayuda a hidratar bien el organismo y ayuda a aumentar la diuresis o eliminación de líquidos corporales, lo que, al mismo tiempo, permitirá una depuración del organismo.
Dentro de las diferentes clases de aguas, se recomiendan las aguas de mineralización débil o muy débil tienen muy pocos minerales y se utilizan fundamentalmente como » aguas de régimen» dado que estimulan la función renal y favorecen la diuresis.
Una buena manera de ayudar al organismo en la depuración es tomar abundantes tisanas con plantas diuréticas. Por ejemplo:
– Cerezo: ( Decocción durante 1/4 de hora de 50 gr. de pedúnculos secos por litro de agua. 3 tazas al día)
– Cola de caballo: ( Decocción durante 30 minutos de 100 gr. de la planta seca por litro de agua. Poner una cucharadita por vaso de agua tres veces al día)
– Diente de león: ( Decocción durante 1/4 de hora de un puñado de hojas y raíces secas en litro y medio de agua. Tomar una taza antes de cada comida.)
– Controlar el estreñimiento: Las personas que padecen estreñimiento pueden tener aún más dificultades para defecar durante un periodo de ayuno. Algunos especialistas recomiendan realizar alguna lavativa muy esporádica para limpiar el colon y eliminar las impurezas y descongestionar el organismo. Sin embargo no debemos acostumbrar a este órgano a este tipo de prácticas por lo que deberán hacerse solamente en caso de necesidad extrema. No se recomiendan tampoco los purgantes con hierbas, como la casia, estimulantes del colón que pueden producir intestinos perezosos.
Resulta mucho más adecuado la ingestión de alguna tisana realizada con hierbas que no creen esta dependencia. Por ejemplo:
– malva ( Decocción durante 20 minutos de 30 gr. de flores y hojas secas por litro de agua. Tomar 3 tazas al día)
– Malvavisco: ( Infusión de una cucharada pequeña de flores y hojas secas por taza de agua durante 10 minutos. Dos tazas al día)
– melocotonero ( Infusión de una cucharada pequeña de flores secas por vaso de agua. Filtrar y beber un par de tazas al día)
En la sociedad actual muchas personas ayunan para perder peso. Efectivamente, el ayuno es un buen recurso para eliminar el exceso de grasa, pero los beneficios de esta práctica van mas allá de un deseo de perder peso por motivos de salud o de estética. La práctica del ayuno se concibe como un recurso para mejorar la salud global del organismo y hacerlo más resistente a las enfermedades.
El Hombre ha llevado a cabo periodos mas o menos prolongados de ayuno desde la antigüedad. Se sabe que muchas culturas antiguas, como los egipcios, los griegos o los espartanos, lo practicaban frecuentemente. Desde el punto de vista religioso o filosófico forma parte de muchas culturas y religiones, como el Cristianismo el Budismo o el Islamismo.
En el cuerpo humano se van acumulando toxinas producidas por la ingestión de alimentos en los que se encuentran productos tóxicos. La propia oxidación del organismo es responsable de la aparición de radicales libres. Todo ello conlleva a que las células van perdiendo su vigor y a que el organismo envejezca o enferme.
El ayuno, como técnica para mejorar la salud, se basa en el principio de que las células necesitan renovarse para mantener unas buenas condiciones. Se ha comprobado científicamente, no solamente en hombres sino en muchos animales, que ayunar posibilita la depuración de las substancias tóxicas de las células lo que determina una mejoría de las condiciones corporales y mentales de la persona que lo práctica. Es bien conocida la filosofía de ciertos pensadores griegos como Platón que llevaban a cabo periodos de ayuno prolongado como una manera de conseguir una mejor salud, tanto del cuerpo, como de la mente. Se sabe que muchos tumores o quistes se han disuelto después de que la persona afectada haya practicado ayuno.
El ayuno es especialmente interesante para las personas que viven en sociedades modernas. En este tipo de sociedades los habitantes están acostumbradas a ingerir la mayoría de alimentos preparados industrialmente con una gran cantidad de colorantes, conservantes y otros productos químicos que resultan muy nocivos para el organismo. El ayuno puede concebirse igualmente como un buen recurso para el tratamiento natural de las intoxicaciones. Muchos enfermos que han resultado intoxicados por algún producto químico o natural pueden mejorar su salud con la práctica del ayuno. Igualmente el ayuno puede ayudar a evitar la obesidad en este tipo de sociedad acostumbrada a comer en abundancia alimentos muy ricos en grasas y donde en la mayoría de las ocasiones la persona se ve sometida a un tipo de actividad muy sedentaria.
¿ Qué ventajas aporta al organismo el ayunar?
Se ha comprobado que el ayuno produce mejoría de muchos de los órganos del cuerpo humano. Por ejemplo:
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El hígado: es el órgano encargado junto con los riñones, de la depuración del organismo, además del trabajo adicional de la digestión. Proporcionarle a este órgano una pausa para que tenga posibilidad de auto eliminar las toxinas en él acumuladas y que se dedique exclusivamente al filtrado de la sangre es una buena manera de mejorar su salud y la del organismo en general.
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El colon: En esta parte del intestino se acumulan los residuos que son expulsados posteriormente con la defecación. El contacto de muchas substancias con las paredes del colon puede ser la causa de la aparición de muchos tumores. Proporcionarle un periodo de menos actividad será una buena forma de que el colon se limpie y expulse aquellos residuos potencialmente peligrosos.
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El páncreas: Es otro órgano encargado de la digestión. El páncreas tiene como función principal la fabricación de muchas enzimas y hormonas, entre estas últimas la insulina que esta producida por los islotes de Langerhans y cuyo mal funcionamiento determina la aparición de la diabetes. Ayunar puede mejorar las condiciones de este órgano y prevenir la aparición de esta enfermedad. (Hay que hacer constar aquí que una vez el organismo ha desarrollado la diabetes o en personas con bajos niveles de azúcar en la sangre – hipoglucemia – no debe practicarse el ayuno)
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El estómago: Este órgano realiza un trabajo muy duro en la digestión de los alimentos. Las paredes del estómago intervienen en la fabricación de jugos digestivos. Un estómago sobrecargado puede ser responsable de una mala digestión, gastritis, acidez, úlcera, etc.. Dejar que el estómago descanse permite su recuperación.
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El sistema nervioso: El ayuno bien llevado a la práctica puede resultar una herramienta adecuada para mejorar el estado de los nervios, contribuyendo a superar la ansiedad o el nerviosismo. La mejoría en el sistema de ánimo conlleva un aumento del buen humor y bienestar personal.
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La mente: Se ha comprobado que, tras un periodo de ayuno, la mente se encuentra más activa y con una capacidad mayor para la reflexión y el trabajo intelectual.
Clases o tipos de ayuno Existen dos tipos de ayuno:
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Ayuno total : consiste en dejar de tomar alimentos excepto agua o tisanas. Es la forma de ayuno que recomiendan los dietistas más estrictos y tal como se entiende el ayuno en su sentido más filosófico y tradicional. Este tipo de ayuno, a su vez, puede ser:
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Breve : cuando no se superan los tres días de duración. El ayuno de un día a la semana es el tipo de ayuno más utilizado por la población en general. .Los dietistas recomiendan realizar un ayuno de tres días una vez cada estación del año.
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Largo: cuando supera los tres días de duración. En enfermedades crónicas los especialistas recomiendan ayunos controlados de 15 o 30 días. Existen ayunos menos exigentes de una semana.
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Ayuno parcial: Es aquel en que se ingieren algunos alimentos determinados. Son las llamadas dietas parciales en las que intervienen algunos alimentos concretos (zumos, caldos de verduras, etc.). Muchos dietistas actuales prefieren optar por este tipo de ayuno a recetar el ayuno total porque consideran que este tipo de alimentación también produce una depuración del organismo sin ser tan estricto. Los partidarios del ayuno total consideraran que, aunque resulten bastante depurativos y ayuden al organismo a mineralizarse y vita minarse, no resultan tan efectivos como los ayunos totales porque el organismo no alcanza el estado de cetosis necesario para una depuración.
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Comenzar o terminar el ayuno con alimentos ligeros de naturaleza vegetal: Antes de iniciar el ayuno superior a 3 días será conveniente que las dos o tres comidas anteriores sean preferentemente ligeras y de naturaleza vegetal. Igualmente, al terminar este ayuno, es conveniente comenzar a comer comidas muy ligeras, sobre todo zumos de frutas o caldos de verduras.
Posteriormente, durante un par de días, se irán incorporando otras comidas como frutas o verduras. A partir de aquí se puede realizar una dieta normal incorporando alimentos más fuertes como legumbres, frutos seco o cereales.
Hay que evitar caer en la tentación de realizar grandes comidas después de periodos de ayuno, pues solo serían contraproducentes y anularían los beneficios obtenidos durante los mismos.
Diccionario de las Medicinas Naturales
“Quién ayuna y sabe prescindir de todo bien material, por el hecho de dejar por días el bocado cotidiano, es en verdad el hombre más rico del mundo que a su muerte llevará todo lo que fue.”
Víctor Zendejas