Tenemos que aprender aprovechar al máximo el presente, el hoy, debemos dejar atrás el pasado y no preocuparnos del futuro.
Hay personas que cargan sobre sus hombros tres sacos a la misma vez:
-el saco pequeño es fácil de llevar porque en él van las penas, alegría y trabajo del presente: hoy.
-el segundo es pesado porque lleva las penas, fracasos y heridas del pasado. Las personas no dejan de volver a reencontrarse con ellos, no son capaces de hacer borrón y cuenta nueva y esto hace que jamás cicatricen, son heridas que nunca se curan: pasado.
-el tercero es muy pesado porque sólo saben mirar al mañana, esperar con recelo, con miedo e incertidumbre esperando lo peor esta por llegar: futuro.
Deberíamos caer en la cuenta de que llevar la carga del pasado y la del futuro, no nos deja caminar, no nos deja disfrutar del hoy, del presente. No podemos llevar los tres sacos a la misma vez.
Aprovecha del pasado lo bueno que pueda ayuda a construir tu vida hoy, no te preocupes del futuro, ¿puede que llegue para ti o puede que no?
Jesucristo nos dice: no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad”(Mateo, cap. 6)
Vive el hoy, disfruta y haz todo el bien que puedas.