Tener amigos contribuye a fortalecer la identidad y a proteger nuestra salud y también nuestro futuro.
Es tener un remanso de paz en medio del mundo lleno de problemas y obstáculos.
Nos ayudan a llenar los vacíos emocionales y a recordar quienes somos.
Nuestro cerebro suelta sustancias químicas que nos ayuda a crear y mantener los lazos de amistad.
Cuando las personas están estresadas sienten la necesidad de agruparse para frenar el estrés.
Y cuando los amigos se juntan, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina,
de dopamina (estimula el amor y la ternura) y de fenilalanina (genera entusiasmo y alegría), estas ayudan a reducir el estrés y provoca sensaciones agradables y divertidas.
Cuando la amistad es sincera y leal ayuda a reducir la tensión arterial y el colesterol.
Tener amigos prolonga la vida, nos ayuda a tener mejor salud y nos hace ser más optimista. Nos ayuda a superar los momentos difíciles de la vida como la enfermedad, la muerte de un ser querido.
La amistad sincera es fuente de alegría, fuerza, salud, bienestar y felicidad.
Por ello, ten amigos, cuídalos y quiérelos.
¡Viva la amistad!