Hubo un tiempo en que todos los hombres eran dioses, pero abusaron tanto de ello, que Brahma, el señor de los dioses, decidió quitarles el poder divino y guardarlo en algún lugar donde les fuera imposible dar con el. Pero ¿Cuál sería el escondite apropiado?
Pensó esconderla bajo tierra, pero lo desechó porque sabía que los hombres cavarían la tierra para buscarlo. Después se le ocurrió echarlo al océano, pero también lo descartó porque estaba seguro lo encontrarían y lo subirían a la superficie. Después de pensar un rato sobre el lugar idóneo, cayo en la cuenta de que el mejor lugar era el propio interior del hombre y aquí seguro que no se pararía a buscarlo.
Desde entonces el hombre ha dado la vuelta al mundo, ha explorado, escalado, excavado, sumergido en los mares, ha subido al espacio buscando lo que siempre está en su interior.
Mariloli