«Locus Serenitatis»
Queridos amigos, hemos disfrutado unos días vacacionales para reponer neuronas y descansar el cuerpo y, ya estamos de vuelta para seguir colaborando como siempre con amor en nuestra querida parroquia.
Esta primera hoja la vamos a dedicar a nuestros enfermos y ancianos. Ellos que durante todo el año nos leen y, que en verano cuando le hemos acercado en nombre de la comunidad parroquial al Señor (sustituyendo a Reme), nos han animado a que sigamos escribiéndola, porque aparte de leer las lecturas, les encantan ‘la reflexión’ y ‘1 minuto’.
Ellos nos han contado historias, han reído y llorado y sobre todo están siempre muy agradecidos porque, aunque la mayoría tomamos vacaciones, a ellos no les falta ningún domingo la visita del Señor.
Con todo nuestro cariño y agradecimiento por la acogida que nos dan a pesar del calor. ¡Gracias por vuestro ánimo para que sigamos con la hoja parroquial y llevando al Señor!
Gracias a Pili que a pesar de la enfermedad siempre nos recibe riendo y a su marido Paco que con tanto cariño la cuida.
Carmen, nuestra Carmen, ella que a tantos enfermos visitó, hoy la comunidad la visita con muchísimo amor, siempre la encontramos rezando las últimas cuentas del Rosario, después nos cuenta a grandes retazos parte de su vida.
Pura a la que le cuesta caminar y a la que su marido Manolo cuida con paciencia y amor, con que alegría nos recibían y como nos hemos reído con ellos.
Teresa a ratos alegre a ratos triste, siempre pensando en sus tres hijos que se turnan y que dejan a sus familias por estar con ella, y siempre sin querer quitarnos tiempo porque teníamos que seguir, siempre “tentándonos” con un rico helado. Un beso, Teresa.
Emilio y Antonia, siempre acompañados por algunos de sus hijos, siempre nos reciben con una sonrisa y nos cuentan como les ha ido la semana, y por último la más longeva de todos: Fernanda, a pesar de la edad y los años que lleva sentada en la cama siempre risueña y alegre. Sus hijas Ángeles y Micaela la cuidan con muchísimo amor.
Con vuestra aceptación nos llenáis de fuerza y paciencia y dais ánimo a la comunidad parroquial.
Un abrazo, para todos, lleno de amor.
Angelita y Mariloli