«Locus Serenitatis»
No fui yo quien te elegí,
Fuiste tu quien me eligió,
Con alegría mis brazos y mi corazón de par en par te abrí.
Desde el primer instante tu nombre en mi vientre grabé,
“Esther”
lucero de la mañana y alegría del atardecer.
Reina del firmamento, alborada de mi ser.
redonda como una pelota,
Ojos color de azabache,
pelo negro como el carbón,
La alegría más hermosa que Dios me pudo dar.
Te quiero.
Comments
Esther A P R – 23/04/2008 13:33:04
En la versión original de este poema pone rechoncha, no redonda.. y sinceramente no sé qe es más bonito, jejejejejejeje.
Da iguá lo que pongas me gusta de toas maneras